La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores ha celebrado este lunes, 28 de abril, una jornada confederal de Salud Laboral con motivo de la celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una jornada de homenaje a las víctimas de accidentes laborales y enfermedades profesionales, pero también una jornada para la reivindicación.

En este evento, en el que se también se ha presentado la exposición “Los accidentes de trabajo. Un drama evitable”, ha sido presentado por la secretaria de Salud Laboral de UGT, Patricia Ruiz, y la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas. Además, han intervenido el secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, y la ministra de Igualdad, Ana Redondo.

En su intervención, Patricia Ruiz ha subrayado que los datos de siniestralidad laboral son alarmantes e intolerables y ha advertido del aumento del 10% en los accidentes mortales durante la jornada de trabajo, el incremento del 7% de los accidentes in itinere o del infrarreconocimiento de las enfermedades profesionales, especialmente aquellas relacionadas con la salud mental.

Por ello, Ruiz ha destacado la importancia de abordar la salud laboral como una cuestión transversal y la necesidad urgente de actualizar la Ley de Prevención de Riesgos a los retos del siglo XXI, incluyendo cuestiones relativas a la salud mental, a la perspectiva de género o los riesgos climatológicos, y trabajando para que la norma pueda ver la luz antes de que acabe este año.

Por su parte, la secretaria general de UGT Madrid, Susana Huertas, ha querido recordar que “hay que llevar la cultura preventiva a les empresas” porque ésta “nos permite volver a casa sanos y a salvo y garantiza que el trabajo es un medio de vida y no una amenaza para nuestra salud”. Además, ha incidido en la importancia de “hablar de la mejora de las condiciones de trabajo” y “de prevención en lugar de absentismo”.

Incorporar la perspectiva de género en la Ley de prevención de riesgos laborales

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha destacado el papel de UGT “por estar siempre a la vanguardia con una conciencia que arrastra a las administraciones y a las empresas” y ha recalcado que la salud y la seguridad en el empleo es un derecho humano “que debe generalizarse y reivindicarse” e “incorporar la perspectiva de género a la salud y la seguridad en el empleo y a las modificaciones normativas previstas”.

Donde hay sindicatos hay más seguridad laboral

El secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, ha resaltado que “debemos de hablar de los accidentes laborales en primera persona” porque “cada día dos personas no vuelven a casa en nuestro país” y, sin embargo, esta realidad no está en el centro de la agenda.

Pepe Álvarez ha señalado que “todos los accidentes de trabajo se pueden evitar”, y por ello, debemos partir de esta base para afrontar este drama y dejar de hablar tanto de “absentismo laboral” y tan poco de accidentes de trabajo o de poner las medidas necesarias para terminar con la siniestralidad.

"Detrás de cada accidente de trabajo hay una gestión, por lo menos irresponsable, de una empresa y nosotros lo denunciamos cada día. Hay que endurecer las responsabilidades penales de las empresas en los accidentes de trabajo”, ha subrayado. Por eso, es necesario seguir luchando contra la precariedad en el trabajo, con medidas como la reforma del despido o la reducción de la jornada laboral, porque la precariedad salarial, las largas y extensas jornadas de trabajo y la inestabilidad en los contratos, hacen mella en la salud de las personas trabajadoras.

“Nos hubiera gustado llegar a este día con una nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y si no está ya preparada es porque no se ha trabajado lo suficiente, porque hace un año que la negociación está en marcha, pero nosotros llevamos más de cuatro años denunciando que es necesario actualizarla y adaptarla a la realidad de nuestro país con tantas pequeñas empresas”, ha concretado. 

Por otro lado, ha reclamado que “los delegados de prevención de riesgos tienen que tener derechos de intervención, hasta el punto de poder parar el trabajo si se detectan riesgos para los trabajadores y trabajadoras, y hay que establecer una red de carácter territorial-sectorial que nos permita estar en las pequeñas empresas donde no hay representación sindical para ejercer ese derecho. Una red que debe pagar el Estado, las empresas o ambos, no los afiliados y afiliadas a las organizaciones sindicales”. 
Además, ha finalizado, “es fundamental que se reconozcan de una vez por todas las enfermedades profesionales, especialmente las relacionadas con la salud mental, y se amplíe el listado. Las mutuas y no la seguridad social, deben atender a estas personas, cuando su enfermedad es de origen laboral”.