La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) expresa su solidaridad y apoyo a la huelga general convocada en Portugal para el jueves, 11 de diciembre, por sus sindicatos hermanos, UGT-Portugal y CGTP-IN. El sindicato considera que se trata de una movilización imprescindible ante la reforma laboral presentada por el Gobierno conservador luso, con el apoyo de la extrema derecha del país vecino. El anteproyecto de ley, -ignominiosamente llamado Trabajo XXI- constituye un gravísimo retroceso para los derechos sociales y laborales y ataca los pilares fundamentales de la democracia y del Estado social.

Las medidas incluidas en este paquete legislativo —más de un centenar de modificaciones que suponen un ataque directo a la clase trabajadora portuguesa- incluyen:

•    El debilitamiento de la negociación colectiva y un incremento del poder para las empresas.
•    Facilitar los despidos, nuevas fórmulas sancionadoras para las y los trabajadores y un aumento generalizado de la inseguridad laboral.
•    La ampliación de la subcontratación de cara a beneficiar a empresas intermediarias en detrimento de las y los trabajadores. 
•    El aumento de los contratos temporales y la promoción de bancos de tiempo individuales, medidas que aumentan la precariedad, especialmente entre los jóvenes.
•    La reducción de derechos de maternidad y paternidad.
•    El ataque al derecho de huelga, la acción sindical y la representación colectiva.

Estas reformas no son nuevas. Portugal y España ya vivieron políticas muy similares cuando las medidas de austeridad impuestas por los gobiernos conservadores de la pasada década tuvieron nefastas y devastadoras consecuencias que nuestras organizaciones aún recuerdan bien: precarización extrema del empleo, pérdida de poder adquisitivo, aumento del paro, desigualdad creciente, emigración de miles de jóvenes, aumento de la siniestralidad laboral y de la brecha salarial de género, despidos injustificados, debilitamiento de la negociación colectiva y empobrecimiento generalizado de la mayoría social. 

Estas recetas, dondequiera que se han aplicado, han demostrado ser económicamente ineficaces y socialmente destructivas. Asimismo, UGT advierte de que la reforma Trabajo XXI representa no solo un retroceso histórico en derechos laborales, sino también un riesgo para la calidad democrática, al limitar la capacidad de la ciudadanía para defenderse colectivamente.

La huelga general en Portugal es, por tanto, una respuesta firme y necesaria del movimiento sindical de nuestro país vecino y un llamamiento a que la clase trabajadora y la ciudadanía portuguesas -pero también españolas-  tome conciencia del momento crítico en el que vivimos y reflexionen sobre la facilidad con la que la justicia social es sacrificada por el tándem derecha-ultraderecha. 
UGT reitera su total compromiso y apoyo a las trabajadoras y los trabajadores de Portugal y a sus sindicatos hermanos, CGTP-IN y UGT Portugal, en esta jornada decisiva, y exige al Gobierno portugués que retire unas reformas que -a la luz de los hechos y los datos- solo traen precariedad y desigualdad.