La Unión de Técnicos y Cuadros de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UTC-UGT) quiere denunciar, una vez más, la discriminación y la desigualdad que sufren las mujeres.

Los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos al año 2021, los niveles de ocupación representados en la UTC-UGT, muestran las siguientes brechas salariales:

Desafortunadamente los datos no reflejan avances en materia de igualdad constatando que las brechas de género son significativas, destacando la escasa presencia de mujeres en los tramos de retribuciones salariales más altas, siendo una de las causas que afectan a la brecha salarial, situada en el 18,36%, según los datos de la última Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada en junio de 2023, con datos de 2021.

La situación de exclusión y segregación que soportan las mujeres debe corregirse inmediatamente porque se está marginando a la mitad de la población y, como sociedad, no podemos seguir permitiendo que se las condene a la injusticia que supone que se vean sometidas a tradiciones y estereotipos culturales y machistas que hacen que topen, continuamente con el techo de cristal, que las sentencia a desempeñar trabajos para los que están sobrecualificadas, por los que percibirán una baja remuneración no correspondiente a sus capacidades y habilidades y por los que, más tarde o más temprano, se verán obligadas a reducir su jornada laboral, redundando, a la larga, en una merma de su pensión.

Se hace imprescindible incluir en la negociación colectiva la situación real de las mujeres con medidas urgentes que permita cerrar, inmediatamente, la brecha salarial entre hombres y mujeres, así como añadir medidas reales que permitan la conciliación de la vida personal y familiar –y no solo para mujeres- de manera que se pueda alcanzar una verdadera corresponsabilidad, así como estrategias que permitan captar, retener y promocionar el talento femenino en áreas tecnológicas para que las profesionales puedan acceder a puestos de responsabilidad en el nuevo mundo digital en base a su mérito y capacidad del mismo modo que hacen sus homólogos masculinos. Debemos contribuir a acabar con el techo de cristal garantizando una educación sin sesgos y la racionalización de horarios laborales que impulse una conciliación real y libre a las mujeres de la doble carga.

La implantación del teletrabajo no ha ayudado a que las mujeres tengan mayor presencia en puestos de dirección ni a que se reduzca la brecha salarial con sus homólogos masculinos. Según datos del INE, en el año 2023, el porcentaje de mujeres en el conjunto de Consejos de Administración de las empresas que forman parte del Ibex-35 ha sido del 37,3%, porcentaje 3,6 puntos superior al del año anterior. En los últimos 10 años la presencia femenina ha aumentado en 23 puntos porcentuales, desde el 14,3% en 2013, al 37,3% en 2023. Sin embargo, el reparto es diferente en función de la responsabilidad, mientras que el porcentaje de consejeras, en los consejos de administración de las empresas del IBEX, es del 39,4%, en la presidencia de las mismas, la presencia de mujeres es de tan solo el 11,8%.

Promover un mayor y mejor liderazgo femenino

ara mejorar esta situación, la Directiva (UE) 2022/2381 relativa a un mejor equilibrio de género entre los administradores de las sociedades cotizadas y a medidas conexas, aprobada en noviembre de 2022 en el Parlamento Europeo puede ser la palanca que se necesita en las grandes empresas, aunque, al aplicarse solo a las compañías cotizadas, quedan fuera las pymes, donde está la mayor parte del tejido empresarial español. Esperemos que el Anteproyecto de Ley Orgánica de Representación Paritaria de Mujeres y Hombres en los Órganos de Decisión, analizado por el Consejo de Ministros y Ministras de España en marzo de 2023, reduzca los tiempos de la legislación europea y asegure, al menos, que las sociedades cotizadas tengan, mínimo, un 40% de consejeras en sus consejos de administración antes del 1 de julio de 2024.

Promovamos un mayor y mejor liderazgo femenino porque nuestro compromiso con la no discriminación por género beneficia a la ciudadanía en su conjunto.

En el siglo XXI, las mujeres no debemos vernos obligadas a escoger entre nuestra vida personal y laboral porque ellos no lo hacen. No seamos cómplices de la brecha de género, digamos ¡basta ya!