El pasado 1 de abril, dirigentes sindicales y sociales, incluyendo al presidente del principal sindicato chileno, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), fueron violentamente agredidos por miembros de fuerzas de seguridad chilenas en el marco del acto de entrega de un manifiesto social suscrito por organizaciones sindicales, sociales y políticas.

David Acuña, presidente de CUT chile, recibió golpes y gases lacrimógenos cuando se dirigía al palacio presidencial de La Moneda a entregar el documento y debió ser atendido en un centro hospitalario tras la agresión.

La CUT exigió al gobierno presidido por Gabriel Boric una explicación pública de lo sucedido y le instó a que acabe con la discriminación contra sindicalistas y líderes sociales por parte de las fuerzas de seguridad de Chile.

La agresión a los dirigentes de la CUT se produce en un momento de incremento de la presión por parte de las organizaciones sindicales frente a la falta de reformas estructurales por parte del gobierno chileno, que, hasta el momento, no ha impulsado políticas que den respuestas a las demandas sociales expresadas por el estallido social de 2019 que lo llevó al poder.

Reformas estructurales necesarias

En este contexto, el sindicato ha convocado, para el próximo 11 de abril, un paro nacional activo contra los abusos y corrupción de la derecha empresarial, contra el bloqueo y chantaje de la derecha parlamentaria y por un gobierno que escuche a las organizaciones sindicales y sociales.

Uno de los asuntos principales que la CUT viene reclamando es la transformación del marco laboral y sindical chileno, profundamente restrictivo de derechos como la libertad sindical y la negociación colectiva.

UGT condena las acciones violentas de las fuerzas de seguridad chilenas contra David Acuña y el resto de las personas agredidas, y apoyamos la jornada de paro nacional activo del próximo 11 de abril.