No puede haber transición justa con un impacto negativo en el empleo

Mari Carmen Barrera ha defendido en el CESE que el empleo y la protección social deben estar en el centro de la transición energética


La Secretaria de Políticas Europeas de UGT, Mª Carmen Barrera, ha defendido hoy la propuesta del sindicato sobre Política energética y mercado laboral: consecuencias para el empleo en las regiones en transición energética para su votación en la reunión de la Sección Empleo, Asuntos Sociales y Ciudadanía (SOC) del CESE que, finalmente, ha sido aceptada.

Mari Carmen Barrera ha explicado que “desde que se planteó el paquete de medidas fit for fifty five, de su análisis, se desprende una idea clara y es que no se ha tenido en cuenta lo social y concretamente el impacto en el empleo, y, sin garantías de empleo sostenible, protección social y ayudas a las empresas por la transición, no habrá futuro competitivo y saludable para Europa ni para el mundo”. 

“La transición energética”, ha señalado, “no es solo una cuestión de tecnología e inversión pública y privada, es mucho más, es un profundo desafío social, y, nos toca a los representantes de la sociedad civil organizada, pedir a la Comisión y a los estados miembros que pongan en el centro de todas las políticas el empleo y la protección social: no puede haber transición justa con un impacto negativo en el empleo”.

Barrera ha subrayado que “es necesario que la UE acelere drásticamente la transición hacia una energía limpia y resuelva de una vez por todas la independencia energética de Europa frente a proveedores poco fiables y combustibles fósiles volátiles, porque mientras se mantenga la dependencia de los combustibles fósiles existirán riesgos ambientales y energéticos”.

“Parece cierto que una transición exitosa incrementará el PIB (hasta un 5,6 % en 2050, según algunos estudios), y los niveles de empleo (la OIT y la IRENA estiman que se multiplicarán aproximadamente por 4 respecto de los que se perderán), así como su calidad, dada la mayor cualificación que precisan. Además, el abaratamiento de la energía a través de fuentes renovables, como la solar fotovoltaica, o por hidrógeno, mejorará los accesos a estos servicios y también la producción, creando un empleo más difícil de deslocalizar, lo que podrá beneficiar a numerosas regiones, en especial aquellas con riesgo de despoblación”, ha añadido.

Integrar políticas a través del diálogo social y la negociación colectiva

La Secretaria de Políticas Europeas ha mostrado la preocupación de UGT por los graves efectos negativos que, a corto y medio plazo, está generando la transición energética, agravados por la crisis actual y ha destacado que “el aumento de los precios de la energía ha afectado a los hogares más vulnerables, así como a muchas empresas de toda la UE”. Asegura que “para paliar estos efectos negativos, la Comisión, el Parlamento, los Estados miembros y a las regiones de la UE deben adoptar medidas que faciliten un desarrollo más equilibrado territorial y socioeconómicamente implicando a los interlocutores sociales y a otras organizaciones de la sociedad civil de una manera más innovadora y efectiva en el diseño e implementación de las políticas de transición energética con alto valor añadido en términos de empleo y de protección social, así como en su seguimiento y evaluación”. 

 


Fuente: UGT