Las rentas deben subir acorde con la subida de los precios

La inflación y sus efectos ha sido el tema tratado hoy en el consultorio monográfico semanal de UGT, en el que han participado Alberto del Pozo, coordinador del área económica del Servicio de Estudios Confederal y Alejandro Padilla, técnico de este Servicio.

Padilla ha explicado cómo se calcula la inflación, a qué nos referimos cuando hablamos del IPC o de términos como la deflación y ha advertido que “este indicador económico que explica la evolución del nivel general de los precios, nos ayuda a entender la economía, pero desde una visión parcial”. No se incluyen otros factores que nos pueden afectar al bolsillo como los precios de la vivienda, por ejemplo.   Sin embargo, el IPC facilita “una información valiosa para conocer cómo ha ido cambiando el nivel de vida y nos ha servido como referencia para revalorizar las pensiones, los salarios”, etc.

Por su parte, Alberto del Pozo se ha referido a los efectos de la inflación en relación con las rentas. Si la inflación se sitúa en el 3%, nuestras rentas deberían situarse en la misma proporción para no perder poder de compra. Ha reflejado su inquietud por el aumento de la inflación- la tasa interanual se situó en el 5,5%, según el dato adelantado del IPC. Si bien es cierto que sabemos que la causa de esta subida está muy localizada (los precios del gas, del CO2); la inflación media, probablemente, terminará en 2021 entorno al 3%, mientras los salarios de convenio están creciendo un 1,5%.  Por tanto, “si no adoptamos una medida correctora los salarios perderán un punto y medio de poder de compra”.

Para atajar la subida del IPC ha propuesto: primero atacar la causa e intentar limitar el aumento de los precios de la energía y la electricidad. “El Gobierno ha tomado medidas, pero todavía hay recorrido para intentar limitar algo los beneficios extraordinarios que consiguen las empresas del sector energético”, y que los precios no repercutan tanto en los consumidores, en especial los más vulnerables. Asimismo, a medio plazo, hay que acometer una reforma del sistema de formación de precios de estas empresas.

En cuanto a las rentas. En la negociación colectiva hay que recuperar las cláusulas de revisión salarial, para asegurar el poder de compra de los trabajadores y trabajadoras y también sería muy importante que el SMI siga subiendo hasta alcanzar el 60% del salario medio.

Alberto ha señalado que la razón de que los salarios no evolucionan acorde a los precios es porque “la negociación colectiva ahora mismo está desequilibrada. Las empresas tienen demasiada capacidad para hacer y deshacer” Por ello es muy necesaria la reforma de la negociación colectiva para equiparar las fuerzas de negociación y que los salarios evolucionen de manera acorde.

Asimismo, ha resaltado el importante acuerdo en pensiones que asegura el poder adquisitivo de los pensionistas y que ha revertido la “nefasta reforma de pensiones de 2013” del Gobierno del PP.
Por último, ha dicho que este no es el momento de endurecer la política monetaria restringiendo el dinero en circulación por parte del BCE, con el objetivo de que haya menos demanda y bajen los precios. Esta medida sería ahora “absolutamente desaconsejable” porque sería restrictiva no solo para la inflación, sino que lastraría el crecimiento económico y la creación de empleo.

 


Fuente: UGT