La recuperación no será justa si se impulsa empobreciendo a las personas

Fecha: 29 Nov 2021

Los datos de IPC adelantado correspondientes al mes de noviembre ahondan en la línea de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, empeorando la calidad de vida de la clase trabajadora


La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera que los datos de IPC adelantado correspondientes a noviembre, publicados hoy, siguen la línea  de la pérdida de poder de compra de los salarios, algo que repercute negativamente en la capacidad de consumo de las familias, debilitando los cimientos que sostienen la reactivación económica y la creación de empleo. Estos datos, con un índice de precios del 5,6% (dos décimas más que en octubre), implican un empeoramiento continuo de la calidad de vida de la clase trabajadora, especialmente en aquella que se encuentra en situación de vulnerabilidad.

Para UGT, las medidas implementadas por el Gobierno han sido muy insuficientes y no están siendo eficaces para contener el precio de la electricidad, que sigue en valores altos, mientras que el precio de los hidrocarburos muestra también un repunte alarmante en los últimos meses. A ello se le suma el encarecimiento de otros productos básicos, lo que genera que muchos hogares se encuentren con más dificultades aún para poder llegar a fin de mes. A las puertas del invierno, la situación se presenta realmente muy preocupante y amenaza con crear una situación socialmente insostenible. 

La subida del 1,55% de los salarios de convenio registrada hasta el mes de octubre, y la del 1,6% realizada para el SMI solo para los últimos cuatro meses del año, resultan muy insuficientes para garantizar el poder adquisitivo de los salarios. A ello se suma las personas que han estado a lo largo del año, o que siguen estando, en situación de ERTE, que han visto sus ingresos muy mermados. En este sentido, UGT señala que la recuperación económica y social no será justa si se sustenta sobre la base de un empobrecimiento de los trabajadores y trabajadoras.

Por ello, el sindicato insta al Gobierno a cumplir con urgencia con los compromisos contraídos a lo largo de su legislatura. El SMI debe subir en enero de 2022 hasta los 1.000 euros, continuando así la senda de crecimiento hasta alcanzar el 60% del salario medio (1.050 euros, aproximadamente) en 2023. A su vez, resulta absolutamente urgente y prioritario derogar la reforma laboral de 2012, que actualmente provoca que el empleo creado siga siendo precario y escasamente remunerado. Por último, debe adoptar más medidas para conseguir reducir de manera urgente el precio de los productos energéticos que utilizan los hogares, y en especial los que tienen menores ingresos, a la vez que avanza hacia una reforma que impulse una democratización del sector y sitúe las necesidades de los consumidores en el centro. 

Datos de interés

El IPC adelantado del mes de noviembre registra una tasa interanual del 5,6%, dos décimas más con respecto al dato del mes anterior. La inflación, por tanto, continúa en valores muy elevados, y de confirmarse el dato avanzado, supondría la tasa más alta desde septiembre de 1992. En este comportamiento destacan el incremento de los precios de alimentación y, en menor medida, de los carburantes y lubricantes para vehículos personales.

Por su parte, la inflación subyacente, que excluye a los productos energéticos y los alimentos no elaborados, se incrementa tres décimas, registrando una tasa de variación anual del 1,7%, un dato que no se alcanzaba desde julio de 2013, lo cual alerta de la existencia de aumentos estructurales del nivel general de precios que conviene vigilar.


Fuente: UGT