UGT celebra la histórica sentencia que condena a Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado en Brasil

El sindicato llama a respetar la separación de poderes y a blindar la democracia en el país

Fecha: 12 Sep 2025

Señora justicia ante una bandera brasileña

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) celebra la histórica sentencia del Supremo Tribunal Federal de Brasil que condena al expresidente Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión por intento de golpe de Estado, organización criminal y delitos contra el Estado democrático de derecho.

Este fallo supone una victoria del Estado de derecho frente a quienes intentaron dinamitarlo desde las instituciones. Bolsonaro se negó a aceptar el resultado democrático de las urnas, negó la legitimidad de los resultados electorales en 2022 e hizo un llamamiento a las Fuerzas Armadas y a la ciudadanía brasileña para impedir que el nuevo presidente electo, Lula da Silva, pudiera asumir el poder. El mensaje del alto tribunal brasileño es claro: el golpismo no puede quedar impune.

El mandato de Bolsonaro estuvo marcado por nefastas políticas para las trabajadoras y trabajadores, el medio ambiente y las comunidades indígenas. Su gestión de la pandemia (que siguió la agenda negacionista) costó la vida a cientos de miles de brasileñas y brasileños, al tiempo que desmantelaba la protección social y perseguía a organizaciones sindicales y sociales, promoviendo la fractura social y dejando a un país más dividido, más desigual y más frágil institucionalmente. La extrema derecha brasileña, como en otros lugares del mundo, ha intentado convertir el odio, la mentira y la violencia en herramientas políticas, por lo que esta condena representa un paso fundamental para frenar su avance y fortalecer una democracia a la que, por un lado, cuestionaron, y por otro, pasaron a atacar directamente, promoviendo un golpe de Estado.

La condena del Supremo Tribunal no sólo alcanza a Bolsonaro, sino también a otros siete acusados estrechamente vinculados con la trama golpista, entre ellos exministros, miembros de las Fuerzas Armadas y antiguos funcionarios del gobierno. CUT Brasil señala asimismo que la acusación probó que la estrategia golpista incluía no sólo discursos de deslegitimación de las instituciones electorales, sino actos concretos como la difusión sistemática de noticias fraudulentas, la movilización de grupos afines y la preparación de acciones violentas. 

UGT denuncia las presiones internas y externas que buscan deslegitimar la decisión soberana de la justicia brasileña. La estrategia del neofascismo de Brasil convocando a luchar contra la decisión del Tribunal Federal incide en el delito promovido por Bolsonaro (y nunca negado por él: llamar a la rebelión contra el funcionamiento de un poder constitucional). 

Por otro lado, Donald Trump, que exige la liberación de Bolsonaro bajo el pretexto de “haber hecho lo mismo que él” (evidenciando así que el propio Trump admite haber cometido un intento de golpe cuando llamó a tomar el Capitolio tras la victoria de los demócratas estadounidenses), ha anunciado y puesto en marcha represalias arancelarias contra Brasil, lo que constituye una injerencia inaceptable en la soberanía de un Estado y una amenaza directa al pueblo brasileño. Cabe recordar, por otra parte, que el expresidente carioca ha sido condenado tanto por alentar un golpe de Estado como por formar parte de una organización criminal. Olvidarse de este punto es también una estrategia común de la extrema derecha mundial: tratar de ocultar sus casos de corrupción y delitos con llamadas a la patria y a la libertad, cuestionando al Estado de derecho.

UGT reitera su solidaridad con el movimiento sindical brasileño y con su sociedad civil, que han resistido el autoritarismo en los últimos años, y llama a la comunidad internacional a mantenerse vigilante. La única salida a la crisis política y social es más democracia, más derechos y más participación popular.
 

 


Fuente: UGT