Cristina Antoñanzas, Vicesecretaria General de UGT
Las mujeres disponen de menos recursos para costear los gastos de la vida, se ven abocadas a renunciar a cosas que podrían permitirse si recibieran por su trabajo lo que reciben sus compañeros masculinos. Menos ingresos salariales implican menores prestaciones sociales.
En estas delicadas semanas, en las que tanto se ha hablado de los límites y la calidad de nuestra democracia, ha habido una marcha que, sin cobertura mediática, de forma humilde y casi silenciosa, recorrió todo el país.
A principios del mes de octubre me sentí profundamente orgulloso de ser el Secretario General de UGT gracias a los pensionistas. Hace meses les propusimos una dura tarea, marchar por las pensiones.
La capacidad de una sociedad para alcanzar la convivencia pacífica, y todo lo que de ella se deriva, depende de su capacidad para integrar la diversidad, para plantear un proyecto común en el que la mayoría se sienta implicada y beneficiada, y para habilitar fórmulas eficaces de gestionar los conflictos
Cada día que pasa los pensionistas pierden poder adquisitivo por la reforma de pensiones del Gobierno de 2013. Ya han perdido un 3,5% en los últimos cuatro años y, de seguir así, en 2022, la pérdida del poder de compra alcanzará el 9,5%. En pocos años, a este ritmo, su nivel de vida caerá a límites insoportables, por lo que una gran mayoría vivirá sus últimos años en la miseria. Hay que poner remedio.
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El Siglo de Europa