Pepe Álvarez participa en la devolución de los restos humanos de 6 ugetistas fusilados

El sindicato recuerda que la Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022, ha permitido la exhumación de la fosa de Cuelgamuros

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, participó el domingo en la ceremonia de homenaje y acto solemne de entrega de los restos de las víctimas del franquismo de Pajares de Adaja y Navalmoral de la Sierra (Ávila) a los familiares.

Pepe Álvarez ha recordado que el 20 de agosto de 1936 fueron fusilados en esta localidad 7 personas, 6 hombres y una mujer vinculados con la Casa del Pueblo y afiliados y afiliada a UGT y que sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común en Aldeaseca, a 30km.

Posteriormente, ha explicado, en marzo de 1959 los restos son trasladados al Valle de los Caídos sin comunicarlo a sus familiares, que desconocían el lugar exacto de la fosa común.

En 2003, Fausto Canales, hijo de uno de los fusilados, el sindicalista de UGT Valerico Canales, hace en nombre de los familiares los trámites judiciales para inhumar los cadáveres y les sean devueltos a sus familiares. En octubre se aprueba la Ley de Memoria Democrática y el 13 de marzo 2023 el Tribunal Supremo da luz verde a exhumar la fosa común de Cuelgamutros rechazando un recurso de la Fundación Francisco Franco.

El pasado 12 de junio se reabrieron las fosas de Cuelgamuros y se localiza la Caja 198, donde se suponía estaban los cadáveres de los fusilamientos de Pajares de Adaj y el 5 de julio se comunica la identificación de los restos que fueron entregados ayer a sus familiares en un acto en el que participaron también el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, el grupo de familiares de víctimas y el alcalde de Pajares de Adaja, Jesús Caro.

Homenaje a Valerico Canales, Flora Labajos, Román González, Celestino Puebla, Emilio Caro y Víctor Blázquez  

Pepe Álvarez ha manifestado que se trata de un acto de justicia, con los familiares y la sociedad y un acto de respeto a la verdad y a la justicia, de respeto y reparación a las familias y de respeto al deber de memoria como garantía de no repetición.

“El sindicato tiene la obligación moral de recordar siempre las personas que sufrieron cárcel, exilio y muerte por defender a las trabajadoras y trabajadores” ha subrayado.

“La memoria democrática es sustento de la propia democracia. No se puede banalizar el fascismo ni el franquismo” ha señalado.

 


Fuente: UGT