Es imprescindible que empresas y Administraciones Públicas impulsen la innovación en el tejido productivo

La Encuesta sobre Innovación en las empresas del INE demuestra que la inacción política y empresarial está condenando a nuestra economía


• La inversión empresarial en innovación es 1.300 millones inferior a hace una década. Además, hay un 2% menos de empresas innovadoras que en 2011.
• UGT considera inaceptable que el 15% de las empresas aleguen la falta de personal cualificado para no innovar: el 78% de las mismas no dan formación en nuevas tecnologías a su plantilla.
 
• Los datos no mienten. El 80% de las empresas que innovaron en 2018 consiguieron cumplir total o parcialmente sus expectativas económicas y productivas.
La Unión General de Trabajadores exige a las empresas y a las Administraciones Públicas que abandonen los discursos vacíos de contenidos y adopten las políticas necesarias para introducir la innovación en la dinámica productiva de nuestra economía.
El sindicato señala que los datos publicados ayer por el INE en la Encuesta sobre innovación en las empresas para el año 2018 demuestran cómo la inacción política y empresarial está condenando a nuestra economía a dinámicas y actividades de bajo valor añadido, que no generan riqueza ni bienestar a toda la ciudadanía.
A pesar de que todos los indicadores presentan avances, estos son realmente decepcionantes. Como ejemplo, UGT resalta que la inversión empresarial está 1.300 millones de euros por debajo del montante de hace una década: 18.700 millones de euros de 2018, por los casi 20.000 millones de euros en 2008, lo que supone un 6,2 menos; o la disminución en más de dos puntos del porcentaje de empresas innovadoras: 14,4% en 2018 y 16,6% en 2011.
Las empresas deben formar a sus plantillas en las nuevas tecnologías
Para el sindicato es absolutamente inaceptable que una de las principales razones que esgrimen los empresarios para no innovar es la falta de personal cualificado: hasta un 15% de las empresas alegan esta razón, cuando está comprobado que sólo un 22% de las mismas dan formación en nuevas tecnologías a sus plantillas. La pretensión de las empresas de no impartir formación, y la vez, tener plantillas plenamente cualificadas va más allá de una simple contradicción: es un acto de irresponsabilidad inexcusable y que choca con el más mínimo sentido común.
Como consecuencia de esta alergia al progreso tecnológico que demuestra nuestro tejido empresarial, la posición de la economía española en los ránquines internacionales de innovación es la peor desde que se tienen datos.
Sin embargo, los datos no mienten, y casi un 80% de las empresas que innovaron en 2018 consiguieron cumplir total o parcialmente sus expectativas, lo que demuestra que la innovación es una apuesta segura de crecimiento y que aporta futuro, riqueza, proyección y competitividad a las empresas que confían e invierten en ella.
Por ello, UGT exige a la clase empresarial y política abandonar las declaraciones grandilocuentes y los discursos vacíos para pasar a la acción. Urge adoptar, de inmediato, verdaderas políticas que introduzcan la innovación en la dinámica productiva de nuestra economía si no nos queremos quedar atrás.
 
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Fuente: UGT