¿Por qué?
Desde 2012 se ha producido una regresión en los derechos laborales y sociales. A los recortes se han sumado una serie de “reformas” encaminadas a criminalizar la protesta social y el derecho de huelga.
Frente a esta vuelta al pasado, hay que recuperar las libertades perdidas, hay que avanzar en la calidad de nuestra democracia.