Urge tomar medidas para frenar la devaluación salarial

Si no aumentan los salarios crecerá la desigualdad y la pobreza. 


Subir el SMI a 1.100 euros en 2023 beneficiará a la población con rentas salariales más reducidas y servirá para relanzar el crecimiento de la economía.

El INE ha publicado hoy los datos del tercer trimestre de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL), mostrando un incremento anual del coste laboral y salarial de un 4 y 4,1%, respectivamente. Se trata de un crecimiento nominal moderado e inferior al registrado en el trimestre anterior que, además, se sitúa muy alejado de la evolución general de precios, por lo que se intensifica el proceso de devaluación salarial que sufre la población trabajadora.

Así, la notable pérdida de poder adquisitivo de las familias trabajadoras provoca que cada vez tengan más difícil el acceso a determinados productos y servicios básicos en el día a día, con los efectos que ello tiene en la apertura de nuevas brechas de desigualdad y pobreza, ya de por sí elevadas antes de que tuviese lugar la espiral inflacionista. 

El estancamiento salarial también presenta efectos negativos en el consumo y la demanda interna del país, retrotrayendo la actividad productiva y comprometiendo, en última instancia, la senda de crecimiento económico y creación de empleo en nuestro país. 

Penalizar la dinámica especulativa de las empresas

Sin embargo, muchas empresas siguen lucrándose del complicado escenario actual y, con la excusa del encarecimiento energético, están aprovechando para elevar los márgenes y atesorar cuantiosos beneficios a costa del conjunto de la ciudadanía. Por ello, UGT reclama al Gobierno la implementación de medidas que regulen y penalicen la dinámica especulativa seguida por muchas empresas.

A su vez, el sindicato demanda la necesidad de acometer un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (ANEC), que otorgue certidumbre a todas las partes y proteja, a su vez, el poder adquisitivo de las personas trabajadoras, promoviendo así un reparto justo y equilibrado de la crisis de precios. En este contexto, defiende la subida del SMI a 1.100 euros en 2023, una mejora perfectamente asumible por el tejido empresarial que, además de beneficiar a la población con rentas salariales más bajas, serviría de palanca para relanzar el crecimiento de nuestra economía.

Datos

Los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral correspondientes al tercer trimestre de 2022 muestran un incremento salarial insuficiente, en tanto evolucionan muy por debajo del nivel de precios, consolidando así la intensa devaluación salarial que está sufriendo el conjunto de los trabajadores y trabajadoras.

El coste laboral total por trabajador y mes se ha incrementado un 4% anual y se sitúa en 2.754,75 euros, mientras que el coste salarial lo hizo en un 4,1%. Estos datos contrastan con la inflación media registrada hasta el tercer trimestre, de hasta un 9%.

Por su parte, los costes laborales por hora trabajada aumentan un 3%, como consecuencia de la variación del número de horas efectivas trabajadas, que crecen un 1% respecto al mismo trimestre del año anterior. Eliminando este efecto y el de calendario, el coste laboral por hora apenas crece un 1,7%.

En línea con el escaso crecimiento salarial, el número de vacantes sigue alcanzando cifras más elevadas que en años anteriores, con hasta 143.876 puestos sin cubrir, un 21% más que en el mismo periodo del año anterior, y ubicándose el 91,2% de las vacantes en el sector servicios. Ello pone de relieve la necesidad de que, más allá de generar empleos estables y seguros, estos deben estar mejor retribuidos, pues solo así seguiremos consolidando la mejora de la calidad del empleo que ha supuesto la reforma laboral.

 


Fuente: UGT