UGT alerta sobre los riesgos para los derechos laborales y democráticos tras la victoria de Kast en Chile
El sindicato recuerda que cualquier retroceso en la legislación, las condiciones laborales o la libertad de actuación sindical tendrían repercusiones directas sobre la credibilidad internacional de Chile y su compromiso con los convenios y estándares de la OIT
Fecha: 15 Dic 2025
La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) expresa su profunda preocupación por la reciente elección presidencial en Chile que ha llevado a la presidencia a José Antonio Kast. Kast se convierte así en el primer dirigente que no ha tomado distancia con la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) en asumir el mando de La Moneda, sucediendo a Gabriel Boric.
José Antonio Kast ha consolidado su carrera promoviendo políticas conservadoras, de marcado corte neoliberal, que históricamente han debilitado los derechos laborales, la protección social y la negociación colectiva. Su retórica, en ocasiones cercana a la apología y la vanaglorización de la dictadura, sugiere una disposición a priorizar intereses económicos y políticos sobre los derechos fundamentales de los trabajadores y trabajadoras, constituyendo así un enorme riesgo para la estabilidad democrática y social del país. Recetas neoliberales que ya se han demostrado fallidas en numerosas ocasiones en Latinoamérica.
Chile ha sido objeto de varias denuncias ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por vulneraciones de derechos sindicales, restricciones a la negociación colectiva y condiciones laborales precarias en distintos sectores.
Si en las propias dinámicas del empresariado chileno se dan estas violaciones, la llegada de Kast a la presidencia puede suponer un enorme golpe a la situación laboral chilena, pues estas prácticas podrían contar con el respaldo de las instituciones, legitimando las peores prácticas contra la clase trabajadora.
UGT recuerda que cualquier retroceso en la legislación, las condiciones laborales o la libertad de actuación sindical tendrían repercusiones directas sobre la credibilidad internacional de Chile y su compromiso con los convenios y estándares de la OIT.
Así mismo, la experiencia de la dictadura de Pinochet nos demuestra que la combinación de autoritarismo, represión y transigencia frente a este tipo de discursos conduce a violaciones masivas de derechos humanos y sociales. Existe un serio peligro de normalizar los discursos que relativizan la violencia histórica o la represión política. La defensa de la democracia requiere de una vigilancia constante frente a cualquier intento de debilitar sus instituciones, amedrentar a sindicatos o desmantelar la protección social.
Como vemos a nivel mundial, los perfiles políticos autoritarios y conservadores, como el de Kast, encuentran apoyos entre los líderes ultras de la tecnocracia y un terreno fértil en contextos de polarización, desinformación y debilitamiento de la capacidad del Estado para doblegar al capital y garantizar derechos básicos.
La difusión de fake news, la capitalización política del desencanto ciudadano y la polarización social son herramientas que permiten normalizar discursos extremos y erosionar la confianza en la democracia, sus mecanismos e instituciones. Frente a esta amenaza, UGT subraya que no cabe dar ni un paso atrás en la defensa de los derechos, la democracia y el trabajo decente.
El sindicato reafirma su solidaridad con las y los trabajadores chilenos, así como con las organizaciones sindicales nacionales, en particular la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), frente a cualquier intento de vulneración de los derechos laborales, sociales o democráticos.
Además, UGT reafirma su defensa a la actividad que realiza la Confederación Sindical de las Américas (CSA) en todo el continente a favor de los trabajadores y contra la ultraderecha. La historia reciente muestra que la defensa de los derechos no puede depender de la buena voluntad de las autoridades, sino del compromiso institucional y social de todos los actores democráticos.
UGT seguirá acompañando de cerca la evolución política y social de Chile y hará público cualquier llamado internacional necesario para proteger el trabajo decente, la democracia y los derechos fundamentales en el país.
