La Unión General de Trabajadores acoge con pesar el resultado de la consulta en Colombia

Fecha: 03 Oct 2016

​La Unión General de Trabajadores acoge con pesar el resultado de la consulta celebrada ayer, dos de octubre de 2016 en Colombia, con el que se pretendía respaldar el Acuerdo de la Habana para la Paz en el país andino.

La politización del referendo por parte de los detractores del presidente Santos, unida a la baja participación electoral, ha tenido como consecuencia el rechazo a un plan de paz que pondría en marcha los mecanismos para acabar con más de cincuenta años de guerra. A juicio de UGT, la miope estrategia de explotar la veta electoral de la lucha antiterrorista mediante el desprestigio de un camino hacia la paz "basado en las condiciones de los guerrilleros" aleja a Colombia del merecido desarrollo democrático, social y económico que nuestro país hermano merece.

Los trabajadores y trabajadoras colombianos tenían numerosas razones por votar sí a la paz, desde la posibilidad de exigir una política de trabajo decente con beneficios concretos para 5 millones de trabajadores rurales (que en su inmensa mayoría se encuentran en la pobreza, sin voz, sin representación, sin derechos laborales y protección social), la mejora de las condiciones para el crecimiento de la actividad económica productiva, los cambios normativos en políticas públicas que garantizasen la existencia, el funcionamiento y la participación efectiva de las organizaciones sindicales y sociales, el reconocimiento y garantía del derecho a la protesta social (y con ello el tratamiento de orden público que se le daba a los conflictos sociales y laborales y la estigmatización y ataques violentos que ha sufrido el sindicalismo), la reparación colectiva del sindicalismo en general y de las organizaciones sindicales afectadas por la violencia, el restableciendo la libertad sindical y los derechos laborales perdidos en medio del conflicto armado, el debate sobre la democratización de las relaciones laborales (que hubiera permitido establecer derechos de información, participación, consulta y negociación en todos los lugares de trabajo) o el debate sobre el papel del trabajo decente en la reducción de la desigualdad y las consiguientes políticas públicas que hicieran efectivos los derechos en el mundo del trabajo. Asimismo, la victoria del no rechaza también los mecanismos de justicia previstos en el Plan, que hubieran dado un impulso importante a la verdad y a la superación de la impunidad de los crímenes cometidos contra personas afiliadas a las organizaciones sindicales (al menos 15.000).

La apuesta por la paz era la oportunidad para responder a los desafíos en el logro de la justicia social, del regreso de los refugiados y exiliados, del trabajo decente, de la democratización de las relaciones laborales, del reconocimiento de los derechos sindicales, de la negociación colectiva, de la reparación colectiva del sindicalismo y en la construcción de una paz positiva para los 24 millones de trabajadores y trabajadoras y el pueblo colombiano y hubiera requerido de profundas reformas en educación, salud, políticas, justicia, etc.

La Unión General de Trabajadores espera y confía que el resultado del referendo en Colombia no suponga un freno a la ansiada mejora de vida de los y las colombianas, y con sus organizaciones sindicales hermanas en aquel país seguirá trabajando por la consecución de una paz efectiva, duradera y sostenible.

 

Fuente: UGT