El empleo tecnológico continúa a la cola de Europa

UGT exige a patronales y empresas tecnológicas a que abandonen las excusas e insta a modificar su actitud contraria al progreso tecnológico. El empleo tecnológico debe dejar de ser precario 


La última publicación de Eurostat sobre la implantación del empleo TIC en Europa y España confirma el retraso de nuestro tejido empresarial a la hora de adoptar las nuevas tecnologías. UGT ya advirtió que las empresas españolas estaban siendo claramente remisas a contratar a especialistas tecnológicos. De hecho, si algo define al empleo tecnológico en España es la precariedad: la mitad de los tecnólogos contratados son mileuristas en su primer empleo, bajo contratos inestables (temporales, en prácticas o de becaría) hasta alcanzar casi la mitad (46,7%) de los contratos iniciales para estos profesionales.

Actualmente, España se sitúa en el puesto 19 de los 30 países analizados (17 dentro de la UE27), con un 4,1% de especialistas en TIC sobre el total de empleo (el líder europeo, Suecia, nos dobla en porcentaje). Economías de menor peso e importancia en el contexto europeo nos superan abiertamente: Países Bajos se aproxima a 7%; Irlanda supera el 6%; y Malta está en el 5%.

Si bien España mejora un 0,2% en comparación con 2020, tal evolución es claramente insuficiente, ya que nuestros vecinos progresan a mayor velocidad y de forma continuada. El caso de Portugal es paradigmático: en 2012 presentaba un porcentaje de tecnólogos del 2,1% sobre el total de empleo. En 2021 ha alcanzado el 4,7%, gracias a las políticas privadas y públicas de apoyo a la innovación y a la digitalización. Otro tanto se puede decir de la media europea: en 2012, la UE27 presentaba el mismo índice que España, un 3,2%. Una década después, el conjunto de los países de la Unión ha superado, con creces, la implantación de tecnólogos en sus economías.

Las principales razones para este retraso están en la nula cultura innovadora del tejido empresarial y la incapacidad de pagar salarios dignos y acordes al trabajo realizado, lo que empuja a nuestro talento tecnológico a emigrar a otros países en busca de buenas oportunidades. 

 


Fuente: UGT