El acuerdo comercial UE-MERCOSUR será perjudicial para ambas partes

Fecha: 30 Jun 2020

La Unión General de Trabajadores (UGT) , junto a más de doscientas organizaciones de la sociedad civil unidas en la campaña “No a los tratados de comercio e inversión”, ha dirigido una petición a la ministra de Asuntos exteriores, Unión Europea y Cooperación, así como a todos los representantes españoles en el Parlamento Europeo, exigiendo el rechazo del acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Mercosur. La petición incluye la demanda de retirar el apoyo del gobierno al acuerdo en el Consejo Europeo. De la misma forma, se ha instado a los europarlamentarios españoles a que se opongan al acuerdo en la eurocámara.

UGT considera que el anuncio de este acuerdo, realizado en junio de 2019, estuvo únicamente motivado por razones políticas a ambos lados del atlántico, ya que no estaban concluida toda la negociación del acuerdo, ni se habían cerrado muchos de los puntos que son necesarios para para anunciar la conformidad con el mismo.

El anuncio del pasado año fue difundido por las partes como la finalización de veinte años de negociaciones. Durante todo este período, las diferentes rondas de negociaciones se llevaron a cabo siempre en de manera opaca y de espaldas a la participación ciudadana. Las exigencias de transparencia y de la realización de informes de impacto fueron desatendidas casi por completo por las autoridades implicadas.

A juicio de UGT, son muchos los males que encierra este acuerdo, de entre los que podemos destacar la amenaza que representa para el sector de la agricultura familiar en el conjunto de la UE (y muy significativamente en España), así como para diferentes sectores industriales de los países del Mercosur. Como en muchos otros ejemplos de acuerdos bilaterales, el modelo de intercambio que plantea el UE-MERCOSUR no representa avance alguno para un desarrollo económico justo y sostenible en ninguno de los bloques y, sobre todo, responde a los intereses de las grandes empresas industriales europeas y de las compañías exportadoras de materias primas del lado del Mercosur. También, y como UGT ha denunciado en numerosas ocasiones, el enfoque puramente neoliberal que preside el espíritu de este acuerdo, legitima prácticas contrarias al respeto de los Derechos Humanos (y también los sindicales) y contra la protección del medioambiente. Es decir: no sólo se obvia, sino que se consagra el desatender el desarrollo social, político y democrático que debe estar siempre presente cuando se establecen este tipo de acuerdos. El que España y la UE bendigan un texto de este calado con el gobierno neofascista del temerario Bolsonaro en Brasil es, a todas luces, no sólo una irresponsabilidad, sino un peligro.

UGT sigue exigiendo que la política comercial europea sea revisada de forma íntegra. Así hemos venido trabajando dentro de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) y en este sentido se expresa la resolución de su último comité ejecutivo, en la que se pide, como parte de la solución a los problemas causados por la pandemia del COVID-19, un modelo comercial justo que garantice la protección de la ciudadanía y del medio ambiente, así como de los Estados miembro, tantas veces víctimas ulteriores de los intereses de las grandes corporaciones y los mecanismos de resolución de disputas incluidos en estos tratados.

El acuerdo con Mercosur debe ser aprovechado para comenzar con esta necesaria tarea. Los acuerdos entre países y bloques deben permitir un beneficio mutuo, proporcionando posibilidades de desarrollo para todas las partes implicadas bajo criterios ineludibles como son el trabajo decente, el respeto a los Derechos Humanos, la defensa de la democracia y la protección del medioambiente.

Fuente: UGT