La pobreza energética afecta más a las mujeres que a los hombres

• La pobreza energética se ha ido incrementando desde 2008, afectando especialmente a mujeres, menores, personas mayores y estudiantes.
• Del total de personas que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, un 9,3% son mujeres (a más edad el porcentaje es mayor) y un 8,9% son hombres.
• La brecha de género se extiende, así, al acceso a la energía, lo que hace que la pobreza energética la sufran más las mujeres que los hombres.
La Encuesta de Condiciones de Vida publicada el 27 de junio pone de manifiesto que, desde 2008, la pobreza energética se ha ido incrementando, afectando especialmente a mujeres, menores, personas mayores y estudiantes, que han tenido retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda principal y no han podido mantener su vivienda a una temperatura adecuada. Los datos constatan también la existencia de una brecha de género en el acceso a la energía.
La Estrategia Nacional contra la pobreza energética 2019-2024, aprobada el pasado mes de abril, introducía por primera vez una definición oficial sobre la pobreza energética y recogía para realizar su seguimiento, los cuatro indicadores primarios oficiales del Observatorio Europeo contra la pobreza energética: gasto desproporcionado, pobreza energética escondida, incapacidad para mantener la vivienda a una temperatura adecuada, y retraso en el pago de las facturas. Sin embargo, el seguimiento de los indicadores, es una tarea complicada, ya que los datos se obtienen de distintas encuestas del INE (Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) y Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) y se presentan en fechas distintas.

Los indicadores revelan que:

• Desde el inicio de la crisis los indicadores que registran los retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda y los que dicen que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.

• La pobreza energética afecta en mayor medida a mujeres, a estudiantes, a menores y a personas mayores.

• En 2018, han tenido mayores retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal, las mujeres (8,9%) que los hombres (8,7%). El porcentaje total de dicho indicador se ha incrementado desde 2008 a 2018 en 1,7%.

• No pueden permitirse mantener la vivienda a una temperatura adecuada, en 2018:

- En mayor medida las mujeres (9,3%) que los hombres (8,9%).

- El porcentaje total se ha incrementado respecto al año anterior un 1,1%, y respecto a 2008, un 3,2%.

- El porcentaje de personas menores de 16 años, se ha incrementado desde 2008 un 3,2% y respecto al año anterior un 1,1%.

- Se ha incrementado el porcentaje en las personas mayores (65 o más años), con respecto al año anterior en un 2,3%.

- Respecto a 2017, se ha incrementado el porcentaje de estudiantes (menos de 18 años) en un 0,6%.

Una Estrategia Nacional contra la Pobreza

En este sentido, UGT exigirá al nuevo Gobierno que desarrolle una Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, regulando adecuadamente el bono social energético, en una figura que aglutine el bono térmico y el eléctrico, que cubra las olas de frío y de calor, y que alcance a otras energías, además de la eléctrica.

Una Estrategia que debe contar con una cantidad presupuestaria suficiente y apropiada para garantizar el acceso a la energía de las personas y familias más vulnerables y en riesgo de exclusión social y que sea capaz de proteger a todos los consumidores frente al coste elevado y la subida continua de los precios de la energía.

Para que la energía sea asequible hay que modificar tanto las políticas de mercado y de precios, como la política fiscal, para aplicar un IVA reducido a este bien esencial. El objetivo es que en las facturas se refleje el coste real de producción.


► Audio de Adela Carrió, Secretaria Confederal de UGT

Fuente: UGT