La digitalización del trabajo podría tener un impacto negativo en el empleo femenino

Paula Ruiz habla sobre desigualdad de género en el empleo tecnológico en la conferencia ‘Profesionales, directivas: igualdad y no discriminación en la negociación colectiva’ de la Universidad Complutense de Madrid

Fecha: 09 Mar 2023

Paula Ruiz en la Universidad Complutense de Madrid

La Coordinadora Confederal de la Unión de Técnicos y Cuadros de UGT y Vicepresidenta de EUROCADRES, Paula Ruiz, ha intervenido en la conferencia de la Universidad Complutense de Madrid ‘Profesionales, directivas: igualdad y no discriminación en la negociación colectiva’ en el marco del seminario internacional ‘Negociación colectiva con perspectiva de género’. Ruiz ha centrado su discurso en el análisis de la escasa participación de la mujer en el empleo tecnológico: sus causas, vinculadas a los roles de género; y sus negativas consecuencias, tanto a nivel social como económico. 

Ruiz ha planteado que existen amplias regulaciones, normas y leyes para promover la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Ejemplo de ellas son el Real Decreto Ley 6/2019 del 1 de marzo, de medidas urgentes para la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo; o el Real Decreto 901/20220 de 13 de octubre, por el que se regulaban los planes de igualdad. A pesar de la existencia e implantación de dichas medidas, la coordinadora de UTC-UGT ha dejado claro que la realidad laboral, especialmente en trabajos vinculados con las TIC, no es la deseada.

En este sentido, Paula Ruiz ha querido remarcar que el mercado laboral se encuentra en una época de cambios “donde precisamente el cambio es la única constante”, y tanto mujeres como hombres tendrán que adaptarse a nuevas dinámicas y formas de trabajar. La digitalización es uno de los aspectos relevantes de este cambio, presentando una brecha de género en cuanto al acceso a internet y otra en relación con el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Además, según el Foro Económico Mundial, las mujeres tendrán mayor riesgo que los hombres de que su trabajo se vea automatizado. 

En cuanto a la organización del trabajo, “el futuro del trabajo se caracterizará por su fluidez y flexibilidad”, ha apuntado Ruiz, una nueva forma de funcionar que no afectará de la misma forma a hombres y a mujeres. Por un lado, “los hombres utilizan la flexibilidad para pasar más tiempo en el trabajo” y acercarse más a ese ideal de “trabajador ideal”, que puede destinar todo su tiempo a la empresa, puesto que no tiene cargas familiares. Por otro, “entre las mujeres, este tiempo se emplea para realizar actividades fuera del trabajo, normalmente relacionadas con el hogar”, dedicando menos tiempo a permanecer en el puesto de trabajo, lo que hace que la mayoría de mujeres queden fuera del prototipo de trabajadora ideal, cerrándoles puertas en el terreno laboral a la hora de competir por ascensos.

Para romper con esto, Ruiz ha hablado de la importancia de la presencia femenina en el trabajo tecnológico, que además es uno de los sectores mejor pagados. “La infrarrepresentación de las mujeres en el empleo tecnológico encierra una grandísima paradoja”: que este es el mercado de trabajo con menor desempleo y menos sobrecualificación o subempleo. Además, la escasa participación de las mujeres en el ámbito de las TIC “tiene un elevadísimo coste para la economía, que la Comisión Europea cifra en 16.100 millones de euros anuales en términos de pérdida de productividad de toda la Unión Europea”.