Una COP alejada de las personas

Para la Unión General de Trabajadores, tras dos semanas de negociaciones, la 25ª Cumbre del Clima celebrada en Madrid ha fracasado rotundamente en sus principales objetivos de regular los mercados de carbono y de lograr un compromiso de mayor ambición de los principales países emisores. Pero lo peor de todo, es que es algo que se veía venir desde el principio, no ha sido una sorpresa.
 
No ha servido de nada la gran movilización de la sociedad, encabezada por los movimientos juveniles y respaldada por las organizaciones sindicales, que celebró una gran manifestación en Madrid y realizó diferentes actos reivindicativos, tanto dentro como en los alrededores del lugar de celebración de la COP. Incluso en uno de estos actos, una concentración pacífica en uno de los pabellones donde se celebraba la Cumbre, la seguridad de la ONU llegó a quitar la acreditación a nuestra Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente, Ana García de la Torre, por reivindicar la inclusión de los derechos humanos y la justicia social en las negociaciones y textos de la cumbre. Además, se expulsó a más de 200 personas que allí se encontraban exigiendo, simplemente, que los Gobiernos dejaran las palabras y pasasen a la acción. Que aplicasen el propio lema de la COP: “Es tiempo de actuar”.
Es indudable la brecha actual que existe entre las demandas de una sociedad, que ya siente los impactos del calentamiento global y que ve cómo nos acercamos a un futuro muy oscuro donde, como casi siempre, las personas y colectivos más vulnerables (clase trabajadora, jóvenes, pueblos indígenas, mujeres, etc.) son los que van a resultar los más perjudicados y la voluntad de parte de la clase política y de ciertos intereses económicos.
El tiempo se acaba
 
La Cumbre de Madrid se presentó como la Cumbre de la ambición, pero tras dos días de prórroga, lo que ha hecho que sea la COP más larga de la historia, no se ha conseguido culminar con éxito. Los delegados y delegadas de los casi 200 países no han sellado compromisos firmes de reducción de emisiones, y tampoco han sido capaces de cerrar uno de los puntos más conflictivos del Acuerdo de París, que es el ya famoso artículo 6, que hace referencia al mercado de intercambio de derechos de carbono.
Para UGT, el tiempo se acaba. La comunidad científica es clara en su mensaje. Necesitamos incrementar la ambición y aplicar medidas adicionales si queremos que el aumento de la temperatura se mantenga por debajo de 1,5ºC en comparación con los niveles preindustriales. Actualmente, con los compromisos del Acuerdo de París, nos iríamos a más de 3ºC, lo que provocaría unas catástrofes naturales sin precedentes. Se necesita voluntad y medidas concretas para poder revertir la situación. Ya nadie duda de que el coste de no actuar es mucho mayor al de hacerlo.
Pese a ello, los grandes países contaminantes, como Estados Unidos, China, India o Rusia han eludido su responsabilidad de reducir sus emisiones, por lo que la mayor ambición suscrita por 84 países, que se han comprometido a presentar planes más ambiciosos en 2020 en línea con lo indicado por la ONU, resulta insuficiente.
 
Solo la Unión Europea ha mostrado algo de ambición
 
UGT denuncia que, entre los grandes emisores, únicamente la UE ha mostrado algo de ambición con su nuevo Pacto Europeo Verde, en el que se compromete a desarrollar un Plan integral para elevar el objetivo climático de la UE como mínimo al 50 % de reducción para 2030, y a elaborar una propuesta de un Mecanismo para una Transición Justa, incluyendo un Fondo de Transición Justa y un Plan de Inversiones para una Europa Sostenible.
El acuerdo final de mínimos de la COP25 establece que los países deberán presentar en 2020 unos compromisos más ambiciosos de reducción de emisiones (las llamadas Contribuciones Nacionales Determinadas) para hacer frente a la emergencia climática. También indica que el conocimiento científico será "el eje principal" que debe orientar las decisiones climáticas de los países para aumentar su ambición, que debe actualizarse permanentemente de acuerdo a los avances de la ciencia. Por otro lado, el texto recoge "el imperativo" de que la transición hacia un mundo sin emisiones sea justa e impulse la creación de empleo decente. También reconoce la acción climática de los actores no gubernamentales, a quienes invita a que la incrementen y generalicen estrategias compatibles con el clima.
Como se desprende del acuerdo, se han postergado las medidas concretas, perdiéndose así una gran oportunidad para avanzar, entre otros aspectos, en los planes de trabajo de Transición Justa, dejándose para la próxima COP que se celebrará el año que viene en Glasgow.
Son necesarias unas políticas climáticas justas y efectivas
El mismo Secretario General de la ONU se mostró decepcionado con los resultados: “La comunidad internacional perdió una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en la mitigación, adaptación y financiamiento para afrontar la crisis climática”, aunque también manifestó que no se dará por vencido y llamó al mundo a continuar la lucha.
En este sentido, UGT suscribe la conclusión expuesta por la delegación de la CSI en el plenario de Clausura: “Lo que hemos visto en las últimas dos semanas es una desgracia. Los sindicatos estamos muy decepcionados. Esperábamos ver gobiernos acordando políticas ambiciosas de justicia climática que respondieran a la emergencia climática que amenaza nuestras vidas, trabajos, medios de vida, comunidades y dignidad. Lo que vemos es el polo opuesto. La sociedad civil ha sido bloqueada, literalmente, mientras que los gobiernos retroceden en lo que se ha negociado a lo largo de los años… Lo que hemos visto aquí es que las partes están mucho más interesadas en intercambiar emisiones y ganar dinero con ellas, en lugar de reducirlas. No hay respeto por la ciencia, ni respeto por los derechos humanos, ni justicia social, ni ambición, ni compromisos de acción. Este fracaso no puede separarse de las crisis que vemos en todo el mundo. Necesitamos una acción audaz y transformadora por parte de los gobiernos para allanar el camino para una transición justa”.
Los desafíos para que el movimiento sindical contribuya a políticas climáticas justas y efectivas son enormes. Desde UGT, continuaremos trabajando para que en Glasgow se consiga desarrollar un Plan de Transición justa que garantice los derechos humanos, los derechos de los trabajadores y las trabajadoras y la igualdad de género, a la vez que garantice un planeta de futuro y con futuro para nuestros jóvenes.
Por ello, el sindicato reclama que, para la próxima COP de Glasgow, las organizaciones sindicales estemos en la mesa para negociar políticas de protección social para las personas y territorios más vulnerables. Esta COP ha sido un fracaso para la gente y para nuestro planeta. No podemos permitirnos el lujo de seguir en esta línea. Se nos acaba el tiempo.
Fuente: UGT